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Colaboracionismo y resistencia |
El colaboracionismo
Los habitantes de las áreas ocupadas por los nazis en Europa, o los japoneses en Asia, se vieron forzados a tomar parte por uno u otro bando. Los que apoyaron al invasor recibieron el nombre de “colaboracionistas”. Considerados traidores a su patria, cuando las hostilidades cesaron y los ocupantes se retiraron, fueron objeto de marginación, represalias y a veces la misma muerte.
Petain y Hitler en octubre de 1940
Un caso paradigmático de colaboracionismo fue el del mariscal francés Petain. Cuando Francia fue invadida por las tropas alemanas, dirigió los destinos de la República de Vichy, instaurando un régimen autoritario y racista que colaboró con los nazis hasta su caída, en 1944, cuando el país fue liberado.
Algo similar sucedió en Noruega, donde desde 1940, Vidkun Quisling se hizo cargo de un gobierno sometido a las órdenes de Hitler, tras protagonizar un golpe de estado con su ayuda. El apellido Quisling ha quedado en varios países como sinónimo de traidor o colaboracionista.
Otros colaboracionistas destacados fueron Ante Pavelic (Croacia), Antonescu (Rumanía) y Horthy (Hungría). Todos ellos fueron afines al nazismo y llevaron una política antisemita.
La Resistencia
Aquellos que se opusieron a los invasores organizándose clandestinamente constituyeron la denominada “resistencia”. Su misión fue entorpecer el normal desenvolvimiento de las tropas de ocupación, recurriendo para ello al espionaje, la desinformación, el sabotaje o el ocultamiento de los pilotos que eran derribados. En muchos casos formaron grupos muy numerosos y perfectamente organizados que se dedicaron a la guerra de guerrillas valiéndose del perfecto conocimiento del terreno donde actuaban.
Tito (en el centro) y su alto mando partisano reunido en septiembre de 1944
En algunas zonas la resistencia adquirió gran relevancia. Especialmente significativo fueron los casos de la resistencia francesa, que llegó a contar con 200.000 miembros, la griega, la soviética, la polaca o la noruega. Pero el más importante ejemplo de resistencia armada durante el coflicto fue protagonizado los partisanos yugoslavos, quien dirigidos por Josif Broz Tito y ayudados por los soviéticos, lograron liberar el país en 1945.
En la misma Alemania hubo alguna organización clandestina en contra del nazismo, la más conocida fue la denominada Rosa Blanca, de inspiración cristiana y no violenta, pero fue desmantelada en 1943.
La resistencia contra Japón se dio en aquellos territorios conquistados por las tropas niponas, especialmente en China, Corea y Filipinas.
En el bando de las potencias del Eje, el fenómeno alcanzó menos importancia, si bien hubo grupos de resistencia organizada en los países bálticos invadidos por Rusia, al igual que ocurrió en algunos casos en Ucrania y Rumanía. Algunos soldados italianos hostigaron a las tropas británicas entre 1941 y 1943, tras la derrota de sus ejércitos en el N. de África.
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