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Consecuencias ideológicas y morales de la II Guerra Mundial |
El desastre humanitario y económico causó una auténtica convulsión en el mundo, desencadenando graves contradicciones morales. Muchos valores en los que se asentaba la cultura occidental, sus esperanzas de progreso social y la supuesta superioridad de sus ideales, quedaron en entredicho. Con la excepción de los Estados Unidos, Occidente no saldría de la crisis de pesimismo en la que se hallaba inmerso hasta los años 60.
Superviviente entre ruinas en Varsovia. 1939
Las matanzas de civiles en los bombardeos, como los de Coventry o Dresde; las ejecuciones en masa, como las del bosque de Katyn en 1940, en la miles de polacos, la mayoría oficiales del ejército e intelectuales fueron asesinados a sangre fría por los soviéticos; la total destrucción de Hiroshima y Nagasaki, no alcanzaron, sin embargo, la repercusión del genocidio perpetrado por los nazis sobre determinadas minorías étnicas como la judía o la gitana.
Cadáveres de prisioneros hallados en Dachau tras la liberación del campo
Las costumbres sociales y las relaciones personales sufrieron radicales alteraciones como consecuencia de la guerra.
Las formas de comportamiento tradicionales cambiaron, pues hubo quienes, estando plenamente socializados en tiempos de paz, desempeñaron durante la guerra roles extremos, incluyendo el de genocidas.
Aviadores estadounidenses de color, del grupo Tuskegee. 1945
La mujer, que ya había iniciado su proceso de emancipación tras la Primera Guerra Mundial, adquirió un papel cada vez más relevante, incluso en sociedades fuertemente tradicionales como la japonesa. Algo similar sucedió con las minorías raciales, especialmente, la negra de Estados Unidos.
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