"Al responder a una petición del Presidente de la República, asumo desde hoy la jefatura del gobierno de Francia. Seguro del afecto de nuestro admirable ejército, que lucha con un heroísmo digno de su larga tradición militar contra un enemigo superior en número y armamento; seguro de que con su magnífica resistencia el ejército cumplió con las obligaciones con los aliados; seguro del apoyo de los ex combatientes que tuve el honor de comandar; y seguro de la confianza del pueblo entero, me doy a Francia para atenuar su infortunio. En estas penosas horas pienso en los desgraciados fugitivos que, carentes totalmente de medios, yerran por nuestros caminos. Les expreso mi compasión y cariño. Con el corazón dolorido os digo hoy que debe cesar la lucha. Anoche me dirigí al adversario para preguntarle si está dispuesto a buscar conmigo, como soldados, después de la batalla y en forma honrosa, los medios para poner fin a las hostilidades. Todos los franceses deben congregarse en torno del gobierno que presido en estas duras pruebas y soportar en silencio la angustia de obedecer solamente a la fe en el destino de la Patria."
Mensaje de Pétain, 17 de junio de 1940.