Movimiento de carácter político y social nacido en Italia durante la segunda década del siglo XX. Su creador, Benito Mussolini, era partidario de un Estado totalitario, antiparlamentario, antidemocrático y antisocialista, que suprimió las libertades de expresión, reunión y asociación. Negaba la lucha de clases y encuadró a los trabajadores en sindicatos (denominados amarillos) en los que se integraban, igualmente, los patronos.
En los años Treinta, el nazismo, de similares características al fascismo italiano, se desarrolló en Alemania de la mano de su líder, Adolf Hitler. A los rasgos del anterior, hay que añadir un profundo racismo, decantado especialmente en el antisemitismo.
Los fascismos, cada uno con sus peculiaridades y mayor o menor éxito, se extendieron por otros países a lo largo de la década de los años treinta y primera mitad de los cuarenta: Austria, España, Portugal, Polonia, etc.
La ideología fascista ha pervivido, en cierto modo, hasta nuestros días, auspiciada por grupos minoritarios y dispersos, que han conseguido, en ocasiones, un relativo éxito en el panorama político europeo. Es el caso de formaciones de extrema derecha nacionalista como el Frente Nacional de Jean Marie Le Pen en Francia.
Foto. Benito Mussolini. 1929. |