Autoritarismo
y militarismo
El
fascismo concebía la sociedad como si de
una organización militar se tratase.
Había de formar organismo vertebrado,
en el cada individuo ocupase un lugar determinado y
desarrollase una función específica. En el
seno de ese organismo no tenían cabida las discrepancias o disensiones.
Como
en toda organización militar, la autoridad,
la disciplina y la fuerza
relegaban la igualdad, la libertad
de acción y el pacifismo. La erradicación
de todo aquello que contraviniese esos principios
se llevó a cabo mediante el empleo de la
violencia. |
Se contó con el concurso
de fuerzas de carácter
paramilitar: SA nazis,
camisas negras italianos o falangistas
españoles, que junto a los cuerpos regulares
de la policía y otros de carácter
especial (Gestapo alemana),
fueron los encargados de anular los elementos
hostiles al nuevo Estado. |
SA nazi |
Bombarderos alemanes stukas
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El
fascismo
potenció el papel de las fuerzas
armadas, esenciales para poner en práctica
los planes de expansión territorial que permitiesen
ensanchar el espacio vital del pueblo y vengar los
"agravios históricos" sufridos por la nación.
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En Alemania la “teoría
del espacio vital” se puso en práctica a partir de 1938, con la anexión
de Austria, Checoslovaquia y Polonia. |
Los estados fascistas diseñaron una compleja escenografía con el fin de
exaltar y glorificar
los valores de la milicia, transmitiendo
a la sociedad un sentido guerrero de la vida. Mediante imponentes y pomposos desfiles
congregaron auténticas muchedumbres
para enardecer el patriotismo. |
Desfile nazi
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Juventudes hitlerianas
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Niños
y jóvenes recibieron una educación
basada en los valores castrenses, proliferando el
uso de uniformes de carácter
pseudomilitar (camisa negra en Italia,
parda en Alemania, azul en España, etc)
y los gestos y actitudes marciales (saludo
fascista). |
Ultranacionalismo
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