La
acción del Estado fascista en el campo económico
Mussolini planificando |
La
Carta del Trabajo de 1927 plasmó el
corporativismo económico
del Estado fascista. Las empresas privadas quedaron
bajo su supervisión, y se
desarrolló una “tercera vía”
capitalista frente al liberalismo (defensor
de la iniciativa privada) y el socialismo
(propietario de los medios de producción).
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No obstante, las grandes
corporaciones industriales gozaron de mayor
libertad de acción que las medianas o pequeñas
y, en gran medida, escaparon al intervencionismo
estatal. |
La
política económica subordinaba
la iniciativa privada al interés general
pero, en realidad, favoreció a la gran
patronal y a los terratenientes.
Potenció el crecimiento económico
en torno a la industria pesada
y las grandes empresas. |
Factoría de automóviles.
1929
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Autarquía |
En
el campo agrario se fomentó la autosuficiencia
del país mediante la autarquía,
para lo que se hizo necesario incrementar la producción
y disminuir la dependencia del exterior. |
Se desarrollaron campañas cuya denominación
evocaba el lenguaje bélico: así
nacieron la “batalla del trigo”,
la “batalla de la lira”
o la “batalla de los nacimientos”,
ésta última encaminada a impulsar
el crecimiento de la población.
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Mussolini: la "batalla del trigo"
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Entre
las prioridades económicas del régimen
destacó la búsqueda del autoabastecimento
agrícola ("batalla del
trigo", 1925). |
Mecanización del agro |
Se pusieron en
cultivo tierras baldías,
se sustituyeron cultivos tradicionales
por otros nuevos, se fomentaron los cultivos cerealistas
de carácter extensivo, se desecaron
charcas y marismas, se construyeron embalses
en las zonas de déficit hídrico y
se levantaron poblados para albergar
a los nuevos colonos. |
Aunque el régimen
se valió de fuertes campañas propagandísticas
para difundir sus logros, los resultados finales
no pasaron de mediocres; entre
otras razones, porque la mayor parte de las inversiones
se centraron en las zonas cercanas
a la capital, en algunas regiones como
la llanura del Po y las áreas litorales del
Adriático y Tirreno, en detrimento de otras
periféricas. |
Cartel |
Con
la “batalla de la lira” el régimen
se propuso dotar a la moneda italiana de prestigio
internacional, asignándole un alto valor
de cambio. |
Diploma de honor. Batalla del Grano |
Sin embargo, los
efectos resultaron en buena medida
contraproducentes, ya que los productos italianos
perdieron competitividad frente a los extranjeros
y las exportaciones disminuyeron,
privando al país de una importante fuente
de divisas. |
Ante
la Crisis
de 1929,
el Estado incrementó el control sobre la
economía, intensificando la autarquía
y creando organismos como el IRI
(Instituto para la Reconstrucción
Industrial, 1933). Éste aglutinaba
empresas pertenecientes a sectores estratégicos
como las comunicaciones o la siderurgia (indispensable
para la industria de armamentos). |
Autarquía |
Motorización |
El
régimen acometió una importante labor
de modernización de las infraestructuras
de comunicación y transporte, especialmente
en lo relativo al ferrocarril y
la red de carreteras, construyéndose
las primeras autopistas e impulsando
la motorización. |
El Estado fascista italiano.
Campo social
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