Empleo
de la propaganda y el terror
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Para
atraerse a las masas, los regímenes
fascistas pusieron gran empeño en controlar
los medios de comunicación,
especialmente, la radio y la prensa. Una vez en
el poder abolieron la libertad
de opinión, persiguieron a los periodistas
independientes y utilizaron masivamente la propaganda
para inculcar valores como patria, jefe, raza, etc.
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Maestro sin igual en esas prácticas
fue el Ministro de Propaganda del III Reich, Joseph
Goebbels. |
Junto
a esos medios se empleó el terror,
la delación, la represión
y la reclusión en campos de concentración,
valiéndose incluso del asesinato.
Simultáneamente,
se pretendió ofrecer una imagen atractiva
del régimen, tanto en exterior como
en el interior, mediante el empleo de una parafernalia
grandilocuente: exhibición de vistosos uniformes,
saludos marciales, despliegue de banderas
y estandartes, brillantes desfiles militares
presididos por los jerarcas, discursos, etc. Se
intentaba de ese modo impresionar a las masas
y colmarlas de orgullo patriótico. |
Celebración nazi
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En 1936 los Juegos
Olímpicos se celebraron en Berlín.
Hitler aprovechó la ocasión para transmitir
al mundo la imagen de una Alemania
moderna, fuerte y unida bajo un indiscutible liderazgo. |
Racismo y xenofobia
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