El
Estado fascista italiano. Campo ideológico
El
Estado totalitario fiscalizó todas las facetas
del pensamiento, la información y la expresión.
Desplegó una férrea vigilancia sobre
la educación, a la que encomendó
la misión del adoctrinamiento político
de niños y jóvenes. |
Asignaturas |
Los docentes
fueron transformados en funcionarios transmisores
de consignas políticas. Los libros
escolares, encargados de divulgar una idea
mitificada del régimen y su líder.
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Publicación familiar |
La
Reforma del ministro Giovanni Gentile
(1923) confirió a la educación
un carácter tradicionalista
y elitista. Potenció la
enseñanza de las humanidades y la religión,
al tiempo que atribuyó a la mujer
un papel social alejado del ámbito laboral
y de los puestos de responsabilidad, relegándola
al papel de madre y administradora del
hogar. |
Los
medios de comunicación, prensa, radio, publicaciones
de toda clase, al igual que la cultura,
fueron puestos al servicio de los ideales fascistas.
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Se controló
a los intelectuales, se persiguió
a los díscolos (un ejemplo
notable fue el del filósofo, pensador y periodista
Antonio Gramsci) y se crearon organismos
como el de la Academia de Italia,
destinados a servir de “faro de las masas”. |
Antonio Gramsci. Ficha carcelaria
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Revista de arte |
El
arte fue consagrado como instrumento de difusión
del ideario fascista, si bien su campo expresivo
gozó de más libertad que en el nazismo
alemán. Un caso paradigmático del
“nuevo arte” lo constituyó
el “futurismo”, cuya
principal figura, Marinetti, exaltó
en sus obras ideas gratas al régimen, como
la novedad, la velocidad, la acción,
el nacionalismo y lo militar.
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El
cine sirvió para transmitir una imagen
sublimada del régimen y se hizo testigo de
sus fastos: paradas militares, inauguraciones, etc.
La importancia que Mussolini otorgó a este
medio como arma propagandística
se concretó en la fundación en 1937
de los estudios de Cinecittà
en Roma. |
Cinecittà. Inauguración |
Cuaderno de francés |
La
formación y adoctrinamiento de la juventud
fue uno de los principales objetivos que se marcó
el Estado, distinguiendo entre las actividades dirigidas
al sexo masculino o al femenino. |
L'Opera
Nazionale Dopolavoro se creó en 1925
con la finalidad de organizar el tiempo
libre de los italianos, canalizándolo
a través de la educación física,
el deporte, la formación artística
o el turismo. |
Exhibición gimnástica.
1935 |
Fue un claro ejemplo de cómo
el Estado totalitario intentaba llegar a los más
recónditos espacios de la vida de los italianos,
incluido el espacio familiar y
personal. |
En
la implantación de sus ideales el Estado
contó con la inestimable ayuda de
la Iglesia Católica.
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Aula de una escuela |
Ésta, tras
los Pactos de Letrán (que
reciben su nombre del palacio romano donde se firmaron
en 1929), alcanzó el reconocimiento
de la soberanía del estado del Vaticano
y obtuvo importantes ventajas en materia educativa
como la implantación de la enseñanza
obligatoria de la materia de Religión
en los niveles de Primaria y Secundaria. |
También
logró que el catolicismo
fuese considerado la religión oficial del
Estado. Salvo puntuales críticas,
como la que realizó Pío XI en 1931,
la Iglesia constituyó un sólido soporte
del régimen fascista. |
Pío XI |
Pese
a la constante y sistemática exaltación
de nacionalismo, el fascismo italiano no
desplegó las altas cotas de xenofobia
y racismo que alcanzó el
régimen nazi en Alemania. |
Publicación antisemita |
Su antisemitismo
fue más moderado, aunque se radicalizó
a partir de 1938, en un intento de Mussolini por
converger con Hitler en el tratamiento del “asunto
racial”. |
El nazismo alemán
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