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Claseshistoria.com | El análisis y comentario de textos históricos
El análisis y comentario de textos históricos

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Algunas recomendaciones para el comentario de textos históricos

1. Emplea el subrayado con moderación. La excesiva profusión de líneas resta claridad y entorpece el trabajo.

2. Utiliza varios colores. Cada uno de ellos debe aplicarse a frases, términos o ideas según su importancia. De ese modo es fácil separar lo esencial de lo accesorio.

3. Realiza las anotaciones al margen que sean necesarias. A diferencia del subrayado no emborronan el texto, se encuentran de él, por lo que no le restan limpieza. Son muy útiles para hacer llamadas aclaratorias y breves comentarios. Puedes utilizar como elemento gráfico llaves, líneas o flechas que las señalen o delimiten.

4. Sé organizado, el desorden oscurece la claridad de ideas.

5. No te limites en el comentario a decir lo mismo que dice el texto, aunque sea con otras palabras. Habrás de fundamentar tesis, extraer conclusiones, relacionar, etc.

6. No expreses puntos de vista personales sobre la temática del texto. Tu misión no es hacer juicios de valor. En otras palabras, lo que el texto alude no debe llevarte a expresar una opinión favorable o desfavorable. Lo bello o lo feo, lo bueno o lo malo, lo virtuoso o perverso son conceptos que debes reservarte para otros foros, nunca en la disciplina de Historia.
En ese sentido, piensa, por ejemplo, la cantidad de sensaciones que puede producir una obra de arte: pueden variar mucho según sea quien la contemple. A alguien puede parecerle sublime, pero a otro puede antojársele despreciable o mediocre. El historiador ha de limitarse a analizar con la máxima frialdad los rasgos formales, la procedencia, quién la encargó, su contexto histórico, pero no ha entrar en valoraciones personales. Eso no quiere decir que carezca de opinión particular, sino que, en el ejercicio de su labor de historiador, debe dejarlas al margen. De lo contrario, sus apreciaciones, al ser meramente subjetivas, carecerían de valor científico.