Italia
La
búsqueda de la autarquía, que perseguía
la autosuficiencia económica
(batalla del trigo, 1925), fue una constante en
su política económica. En los años
treinta la política autárquica se reforzó
con el fin de salvaguardar a Italia de la depresión
internacional. Se acometieron grandes obras públicas
(autopistas, electrificación ferroviaria,
etc.). De todos modos, la cifra de desempleados
se mantuvo elevada (1,3 millones de parados),
descendiendo tan solo cuando la movilización
de tropas destinadas a la invasión de
Etiopía y la intensificación del rearme
militar absorbieron el paro.
Avión Fiat. Años
30 |
Tanques Fiat. 1928 |
Esta
política cosechó importantes logros en el
campo industrial, pero a costa de altos costes
salariales y organizativos que recayeron sobre los
trabajadores. Éstos no pudieron agruparse para
la defensa de sus intereses en sindicatos
de clase, que fueron suprimidos y sustituidos por corporaciones
de militancia obligatoria. Dichas agrupaciones encuadraban
a los obreros según su actividad
(metalurgia, transportes, etc.) y
pretendían negar la lucha de clases, buscando armonizar
los intereses de patronos y trabajadores en el seno de
un sistema gremial controlado por el Estado.
Mussolini "trabajador" |
Campo de trigo |
Agricultura |
Socialmente
el régimen puso en marcha tibias medidas
de protección: salario mínimo,
congelación de alquileres, asistencia
familiar, etc.
Las
soluciones a la crisis en otros países