Factores
de la unificación italiana
Ideológicos
Durante la primera
mitad del siglo XIX el movimiento
romántico fue determinante en
el desarrollo del nacionalismo italiano. Destacados
escritores como Manzoni y Leopardi,
filósofos como Gioberti
o músicos como Verdi y Rossini, preconizan
en sus obras la existencia de una patria
italiana unida frente a las injerencias
de las potencias extranjeras, especialmente
Austria. |
Alessandro Manzoni |
Se abre camino la idea del
“Risorgimento”, es
decir, el “resurgimiento” de una Italia
unida, como lo había sido durante la gloriosa
antigüedad romana. Defendía
una identidad cultural y unos sentimientos específicamente
italianos. |
Políticos
Hasta la primera mitad del siglo, los
intentos de unificación fueron débiles,
limitándose a acciones más encaminadas a
derrocar las monarquías absolutistas
por parte de miembros de sociedades secretas
como la de los carbonarios,
que a una acción coordinada y unificadora.
Las concepciones de
los nacionalistas italianos pueden concretarse en tres
modelos:
El
neogüelfo
Pío IX |
Representado por
Gioberti (1801-1852),
sacerdote liberal que defendía que la unidad
italiana habría de conseguirse en
torno a la figura del Papa, plasmándose
en una confederación de
estados italianos. La llegada al pontificado de
Pío IX, alimentó
las esperanzas de muchos católicos, aunque
posteriormente, dicho papa abandonó su inicial
política liberal y se reveló como
un profundo antiliberal y antinacionalista. |
El
republicano
Su máxima
figura fue Mazzini (1805-1872).
Genovés, defendía una Italia unida
organizada como república.
Antiguo carbonario, fundó
la sociedad nacionalista secreta “Joven
Italia” que disponía de células
repartidas por todo el territorio italiano. Presidió
la breve República Romana
creada en los territorios de los Estados Pontificios
como consecuencia de la revolución
de 1848. |
Mazzini |
Dos años más
tarde, la república sería disuelta
por la intervención de las tropas francesas
que repusieron al papa Pío IX
como gobernante de sus antiguos estados. Este modelo
representó la tendencia más radical
y progresista de cuantas hubo,
si bien no llegó a cuajar en la práctica. |
El
monárquico
Víctor Manuel II |
Representó
el ejemplo más influyente de todos. Su protagonista
más cualificado fue el conde de Cavour,
partidario de la unificación en torno a la
monarquía constitucional
del Reino del Piamonte-Cerdeña,
que a partir de 1849 contaría con la inestimable
figura del rey Victor Manuel II,
de la casa de Saboya. |
Sería este modelo unitario
el que se impondría a la
larga, dando como resultado la entronización
del rey del Piamonte como primer rey de Italia. |
Económicos
Entre los factores económicos
que propiciaron la unificación italiana, destaca
el importante papel desempeñado por los industriales
y comerciantes del rico norte,
quienes, desde una perspectiva económica, alentaron
y apoyaron el proceso. Pretendían, desde un punto de vista moderado, conseguir la creación de un mercado
unificado, dotado de eficientes comunicaciones
y una buena infraestructura viaria que
diera salida a la producción industrial. La fragmentación
política y territorial de Italia representaba un
serio obstáculo para el comercio,
por lo que era preciso eliminar las barreras aduaneras
que impedían la exportación de mercancías
desde el norte al sur de la península. Ese sur,
por su parte profundamente desindustrializado,
fue considerado por los industriales piamonteses como
un interesante mercado donde vender sus
artículos.
El
proceso de unificación italiano
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