El
nacionalismo. Etapas
Hasta
la segunda mitad del siglo XIX (1848)
el nacionalismo fue un movimiento de carácter liberal
progresista, enfrentado al legitimismo
de la Restauración y promotor de movimientos de
liberación nacional: Irlanda
frente a G. Bretaña, los checos y húngaros
frente al Imperio Austríaco, las colonias americanas
frente a España, etc.
Pero
a partir de la segunda mitad del siglo XIX
fue transformándose cada vez más
en una ideología de carácter conservador
y agresivo que supeditaba la libertad
y dignidad del individuo (características
de la etapa anterior) a los intereses
de los grupos sociales que controlaban el poder. Desde
entonces sirvió a las ambiciones del imperialismo
y contribuyó a la gestación de conflictos
que en el siglo XX desembocaron en la I
Guerra Mundial.
El
nacionalismo surgió en un principio en el seno
de minorías muy activas, pero se convirtió
en las últimas décadas del siglo XIX en
un fenómeno de masas. Las revoluciones
de 1848 le sirvieron de auténtico
trampolín. Austria, la Confederación Germánica,
Italia (rebelión de Milán
y Venecia frente a los austríacos), Hungría,
etc., constituyeron ejemplos del ascenso de los sentimientos
nacionalistas en la Europa de mediados de siglo.
Nacionalismo americano. Encuentro entre
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La unificación
italiana