El
término hiperinflación hace referencia
al desorden monetario provocado por la subida rápida
e incontrolada de los precios. La moneda del país
que la padece pierde su valor. Para adquirir
mercancías y servicios es necesario el desembolso
de grandes cantidades de numerario. Por su parte, los salarios crecen a menor ritmo que los
precios y con ello se erosiona su poder adquisitivo. La
masa monetaria circulante es enorme,
pero su valor nominal no se corresponde con el
real. 
El
estado que sufre este fenómeno asiste al
derrumbe de su sistema productivo, pues
los productos que fabrica dejan de ser competitivos en
el exterior y las empresas se ven forzadas a disminuir
su actividad o a cerrar. La principal secuela social de
la hiperinflación es el desempleo.
Las repercusiones políticas se traducen en el agravamiento de las tensiones y en el
rápido desprestigio del gobierno que ostenta el
poder. Psicológicamente da lugar
a un generalizado pesimismo frente al futuro, llegando
a modificar los hábitos de vida de amplias capas
de la sociedad.  |