A
partir de 1924 y hasta 1929, la economía
mantuvo el rumbo hacia superación
de la crisis de posguerra. Los Estados Unidos
se erigieron en la mayor potencia del orbe. Este período
de bonanza económica fue acompañado de comportamientos
determinados por el optimismo y el consumismo,
asociados al fenómeno denominado "felices
años veinte".
Nueva York (Times Square) en los años
20 y 30
En
gran medida la recuperación se debió a la
ejecución en 1924 del
Plan Dawes (del
financiero y político estadounidense Charles Dawes),
que redujo significativamente las cantidades que Alemania
había de abonar a los vencedores, flexibilizaba
el pago de las mismas y, sobre todo, arbitraba la concesión de
importantes créditos que permitían al Estado germano
hacerles frente.
El
objetivo del plan era hacer que Alemania estuviese en disposición de satisfacer a sus acreedores
y que éstos, a su vez deudores de Estados
Unidos, consiguiesen saldar sus obligaciones con ellos,
estableciéndose una especie de circuito del dinero que, en definitiva, retornaría a
su lugar de origen.
Charles Dawes
El plan contemplaba
asimismo el abandono a partir de 1925 del territorio
del Ruhr, ocupado por franceses y belgas en 1923.
Conferencia de Locarno
En el plano
político se inauguró un período
de distensión que se completó en 1925
con los acuerdos de Locarno, a través de los cuales Alemania fue admitida como miembro
de pleno derecho en la Sociedad
de Naciones.
Sobre esas bases de estabilización
económica y optimismo político se sustentarían
los "Felices años veinte".
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