Dependencia
La
economía americana se convirtió a
lo largo de los años veinte en el eje en
torno al cual giraban las del resto del mundo. Cuando
comenzó a presentar problemas sus efectos pronto se dejaron
sentir en todos los rincones del planeta.
La
dependencia se gestó durante el conflicto
mundial de 1914, a lo largo del cual los aliados
fueron recibiendo cuantiosos créditos
que les permitieron la adquisición de material
bélico, materias primas y alimentos. |
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El final de la guerra no alteró
sustancialmente la situación; por contra los préstamos
se extendieron incluso a los antiguos enemigos, especialmente
a Alemania que los empleó para satisfacer
los pagos de las indemnizaciones de guerra. |
Las
economías americana y europea estaban pues
estrechamente vinculadas. |
Cartel publicitario |
Cuando, a raíz
de la crisis de 1929, el presidente Hoover, siguiendo
una política proteccionista,
elevó los aranceles sobre los bienes extranjeros,
los europeos encontraron serias dificultades para
resolver sus deudas con Estados Unidos. |
Gran parte de los ingresos
obtenidos mediante las ventas al mercado
norteamericano quedaron paralizadas. El obstáculo
en las relaciones comerciales con Europa perjudicó
también a los productores estadounidenses
ya que el problema de sus excedentes se agravó. |
La
dependencia económica respecto a Norteamérica
se extendió por el resto del mundo.
Asia, América y África, suministradoras
de materias primas, con economías orientadas
a la exportación, fueron
especialmente vulnerables a los
vaivenes del mercado internacional. |
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El
hundimiento de la economía estadounidense
arrastró a las europeas,
muy ligadas al dólar, a los créditos
y al sistema bancario norteamericano. Al contraerse
la demanda industrial, el tráfico de materias
primas se redujo y las economías
coloniales entraron también en recesión.
América latina, India y las posesiones africanas
de Europa fueron gravemente perjudicadas por
una crisis de alcance internacional. |
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