Es un anglicismo (voz prestada del inglés) que hace alusión a la cantidad de mercancías almacenadas. Equivale en español a reservas o existencias.
Cuando una empresa tiene exceso de stocks se ve obligada a darles salida de diferentes formas: una es bajando su precio, otra, concediendo créditos (ventas a plazos, etc). Mediante estas medidas estimula la demanda. Si a pesar de ello no consigue desprenderse del sobrante, responderá rebajando la producción. En caso de necesidad, prescindirá de parte de la mano de obra, bien reduciendo la jornada laboral, bien enviando al desempleo a un cierto número de trabajadores.
En las crisis de sobreproducción, las empresas sufren una acumulación de reservas de la que no pueden deshacerse. Un ejemplo de este tipo de crisis fue la que antecedió al Crack de 1929 que desencadenó la Depresión de los años treinta. |