LOS
CAMBIOS SOCIALES
La
urbanización estuvo ligada a una diversificación
de la población activa: descendió la
empleada en el sector agrario y aumentó la del industrial.
Progresivamente fue ganando importancia el sector terciario
(comercio, servicio doméstico, burocracia,
etc.)
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El
nacimiento de una sociedad capitalista dividida en clases
Frente
a la sociedad estamental-feudal,
la sociedad de clases supuso
en principio, la equiparación de todos los
individuos ante la ley. Pero esa igualdad legal
no se correspondería con la división
social, estructurada en torno a dos clases fundamentales:
la burguesía,
propietaria de los medios de producción (fábricas,
maquinaria, tierras, etc.) y el proletariado
(sin propiedades y por ello necesitado
de vender su fuerza de trabajo a cambio de un salario).
Durante las primeras fases de la industrialización
y hasta que la legislación social mejorase
la situación, el proletariado estuvo sometido
a una sobreexplotación que posibilitó
a los patronos la acumulación
de grandes fortunas.
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La
burguesía se erigió en la clase dominante
de esta nueva sociedad,
en lugar de los antiguos privilegiados tras
una serie de oleadas revolucionarias
que se sucedieron a lo largo del siglo XIX y que le
permitieron imponer sus formas y valores de vida. La
doctrina económica en que se fundamentó
tal prosperidad fue el liberalismo.
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