Vagón de ferrocarril |
Entre
ellos hay que distinguir en el Mediterráneo
a Cataluña y el Piamonte. En el
Imperio Austríaco a Moravia
y Bohemia. En el Norte,
a Dinamarca y Suecia. En el Este,
a Rusia.
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Estos países se desarrollaron
más tardía y desequilibradamente
que los "first comers". |
La
industrialización rusa
Se
inicio tímidamente en los años 40 del siglo
XIX, con la puesta en marcha de factorías
de hilado que aunque con carácter muy
restringido constituyeron el germen de la economía
capitalista.
Esta industrialización,
centrada en gran medida en la construcción
de ferrocarriles, alcanzó
un ritmo muy rápido durante
la década de los 80 del siglo XIX; en el
siguiente decenio sufrió una desaleración
para resurgir a partir de 1909. |
Transiberiano |
Inauguración del Transiberiano |
Estación del Transiberiano |
La financiación de la construcción
ferroviaria la protagonizó el capital extranjero,
especialmente de origen francés y alemán.
Los bienes de equipo (maquinaria, vagones,
locomotoras) y la técnica empleada fueron
igualmente foráneos.
Hubo
zonas especialmente industriales, en su mayoría
dedicadas a la siderurgia: S. Petersburgo, Moscú,
zona de los Urales y Ucrania Occidental.
Ferrocarril entre Baku-Batum. |
En Siberia
Oriental adquirieron relevancia las minas
de carbón, indispensables para el funcionamiento
del ferrocarril. En el Caspio,
el descubrimiento de importantes yacimientos petrolíferos
de Baku dejó en manos extrajeras su explotación. |
A pesar de todo, la industrialización rusa fue débil en relación a la enorme extensión del imperio
y allí donde la hubo estuvo sometida a cíclicas crisis de sobreproducción (o
subconsumo) como la ocurrida durante el período
1901-1903.
El fenómeno
estuvo ligado al escaso poder adquisitivo de la población rusa, en su mayoría campesina y sin recursos, que dificultaba
la consolidación de un mercado nacional interno. Antes de la Primera Guerra Mundial
la población activa del sector secundario
seguía siendo insignificante (un
5% del total). |
Fábrica de San Petesburgo |
En
vísperas de la Primera Guerra Mundial Rusia
atravesaba por una fase de fuerte expansión industrial pero seguía rezagada con respecto a
las potencias europeas, Japón y Estados Unidos.
El peso específico del agro continuaba
siendo aplastante a pesar de que se estaba forjando un empresariado moderno y lentamente se
ensanchaban las clases medias. Esta tendencia
quedó trastocada con el estallido del conflicto,
de tal modo que la industrialización hubo de esperar
a la Revolución soviética de 1917 y, de forma significativa, a la década
de los 30 del siglo XX durante el período estalinista.
Extensión de
la industrialización fuera de Europa