En
general, la población se incrementó
como consecuencia de la disminución
de la
mortalidad,
ocasionada por la introducción de la
medicina
moderna occidental y la persistencia de altas tasas
de
natalidad.
Ello se tradujo en un
desequilibrio
entre
población y
recursos
que hoy día constituye un grave problema
para los estados surgidos de la descolonización.