Otros
imperios europeos
Rusia
No se proyectó fuera de su propio
ámbito geográfico y buscó su expansión
terrestre por Asia siguiendo la tradición
iniciada en el siglo XVI.
La acción expansiva rusa en el siglo XIX se dirigió
en tres direcciones:
incorporación de las tierras al sur del
Cáucaso, zona costera del Pacífico
(Vladivostok), Turquestán
y Pamir. En el intento de dominio de
Manchuria, Rusia será derrotada
por Japón en 1905.
Alemania
e Italia
Ambos países, ocupados en su proceso
de unidad nacional, se incorporaron tardíamente
a la empresa imperialista.
Alemania
logró anexionarse tras la Conferencia de Berlín
algunas posesiones africanas: Togo, Camerún
y Tanganica; en Oceanía: Nueva
Guinea y los archipiélagos de Bismarck, Marianas
y Carolinas (éstas últimas
compradas a España por Guillermo II en 1899).
Italia
ocupó una serie de territorios africanos: Eritrea,
la costa somalí del océano
Índico, pero fue derrotada en Adua
(Abisinia). Más tarde arrebató
Trípoli y la Cirenáica
(en la actual Libia) a Turquía.
Bélgica
Se aseguró el dominio de la cuenca del
Congo que tras el Congreso
de Berlín en 1885 fue incorporado a
la soberanía personal del rey Leopoldo II.
Portugal
y España
Portugal reafirmó
y aseguró su presencia en Angola
y Mozambique, pero su proyecto de unir
ambos territorios fracasó.
España,
tras una guerra con USA, perdió
en 1898 sus colonias de Cuba, Puerto Rico, Guam (Oeste
del Océano Pacífico) y Filipinas.
Sin embargo, conservó en África
Occidental Ifni, Rio Muni y Fernando Poo.
Los imperios
no europeos