La
economía tradicional basada en una
agricultura autosuficiente y de
policultivo fue sustituida por otra de
exportación,
en régimen de monocultivo, ocasionando la
desaparición de las
formas ancestrales
de producción y la extensión de
cultivos
como el del café, cacao, caucho té
o caña de azúcar. Amplias zonas fueron
roturadas para ser adaptadas a las nuevas exigencias
económicas, dando lugar a notables cambios
del
paisaje y graves
alteraciones
del medio natural.