En su pensamiento aparece reiteradamente
la idea de Naturaleza. En ella el
hombre es libre y bueno ("bueno
por naturaleza"). Pero la sociedad
lo corrompe y esclaviza. En la sociedad primitiva
el salvaje (el buen salvaje) es feliz y libre, pero con la civilización
surge la propiedad privada y entonces aparecen las desigualdades y la pérdida
de libertad.
En su obra "El contrato
social", sostuvo que la soberanía
reside en el pueblo y de ella emanan todos los derechos
individuales. Para salvaguardar esos derechos los
hombres deben firmar un contrato
que establezca claramente sus obligaciones. Pensaba
que la educación constituía
la mejor fórmula para desarrollar la bondad
natural de las personas.