La cifra normalmente hace referencia
a un año.
Hasta el siglo XIX la tasa
de mortalidad infantil fue muy elevada, debido
a la ausencia de condiciones higiénicas
en el parto y a la deficiente alimentación.
El incremento de excedentes agrícolas
y los progresos en la medicina disminuyeron
la tasa drásticamente. Hoy día
los países en vías de desarrollo
siguen padeciendo altas tasas de mortalidad
infantil en comparación con los del área
desarrollada, si bien significativamente menores
que las de las sociedades antiguas. Ello es
debido a las masivas campañas de vacunación
y prevención auspiciadas por organismos
internacionales, organizaciones no gubernamentales
y gobiernos.