J.J. Rousseau
“Si se busca en qué consiste
el bien más preciado de todos, que ha de ser
objeto de toda legislación, se encontrará
que todo se reduce a dos cuestiones principales: la
libertad y la igualdad, sin la cual la libertad no puede
existir.
Renunciar a la libertad es renunciar a ser hombre, a
los derechos y a los deberes de la humanidad.
La verdadera igualdad no reside en el hecho de que la
riqueza sea absolutamente la misma para todos, sino
que ningún ciudadano sea tan rico como para poder
comprar a otro y que no sea tan pobre como para verse
forzado a venderse. Esta igualdad, se dice, no puede
existir en la práctica. Pero si el abuso es inevitable,
¿quiere eso decir que hemos de renunciar forzosamente
a regularlo? Como, precisamente, la fuerza de las cosas
tiende siempre a destruir la igualdad, hay que hacer
que la fuerza de la legislación tienda siempre
a mantenerla.”
Jean-Jacques Rousseau. El contrato
social. 1762.