Rousseau
“Encontrar una forma de asociación que
defienda y proteja con toda la fuerza común a
la persona y los bienes de cada asociado y por la cual,
uniéndose cada uno a todos, no obedezca, sin
embargo, más que a sí mismo y permanezca
tan libre como antes. Tal es el problema fundamental,
cuya solución da el contrato social (...).
Lo que el hombre pierde por el contrato social es su
libertad natural y un derecho ilimitado a todo lo que
le tienta y puede alcanzar; lo que gana es la libertad
civil y la propiedad de todo lo que posee. Para no engañarse
en estas compensaciones hay que distinguir bien la libertad
natural, que no tiene otros límites que la fuerza
del individuo, de la libertad civil, que está
limitada por la voluntad general.”