Un
país atrasado
La Rusia
de principios de siglo era un país atrasado
económica, social y políticamente.
Sin embargo, desde el punto de vista internacional, ejercía
el papel de gran potencia militar. Lo era sólo
en apariencia, pues su ejército se
había ido quedando anticuado a lo largo de la segunda
mitad del siglo XIX, como puso de relieve la Guerra
de Crimea (1853-1856).
Esta situación se apreciaba en tres planos:
El socioeconómico
El social
El político