Esparta estaba ubicada en el
Peloponeso, península situada al sur de Grecia.
A diferencia de Atenas, no estuvo regida por un sistema democrático, sino por una oligarquía, es decir, el gobierno de una élite de guerreros.
Las principales
instituciones del gobierno espartano fueron la
Asamblea (la "Apella"), el
Consejo de Ancianos (la "Gerusía") y
5 éforos o magistrados elegidos anualmente, que eran los que realmente ostentaban el poder. Aunque Esparta contó con
reyes, éstos normalmente sólo ejercieron el papel de jefes del ejército.
Grupo de hoplitas espartanos |
El
ejército desempeñaba en Esparta un papel determinante. Estaba integrado por los
"espartiatas", es decir, aquellos nacidos de padre y madre espartanos. El resto de los grupos sociales, aunque formaban parte de él, lo hacían como tropas auxiliares. Esparta tuvo uno de los ejércitos mejor organizados, entrenados,
poderosos y temidos de la Antigüedad.
Los niños espartanos eran apartados de sus padres a los 7 años, pasando a depender del Estado, bajo cuya tutela eran sometidos a una rigurosa disciplina militar.