Cambios
político-territoriales
La primera consecuencia de los tratados
de paz fue la desaparición de los cuatro
grandes imperios existentes antes de la guerra
(Alemania, Rusia, Austro-Hungría
y Turquía). En su lugar surgieron otras
entidades tras su desmembramiento.
Alemania
perdió amplias áreas,
el 15,5 % del total de su territorio y el 10% de su
población: Alsacia
y Lorena volvieron a manos de los franceses;
la zona del Sarre quedó bajo
administración de la Sociedad de Naciones y sus
recursos mineros serían explotados por Francia
durante 15 años; la zona de Eupen-Malmedy
se entregó a Bélgica.
Prusia Oriental, Posen
y el corredor de Dantzing pasaron a
Polonia. Dantzing quedó bajo administración
de la Sociedad de Naciones. Memel se
asignó a Lituania. Parte de Schleswing
(Alta Silesia) pasó a Dinamarca.
Las colonias alemanas se repartieron entre diversas
potencias: África Oriental y
del Suroeste, así como parte
de Togo y Camerún,
se transfirieron al Reino Unido, en tanto que la otra
parte pasó a Francia. Los archipiélagos
del Pacífico (Marshall,
Carolinas y Marianas) se asignaron a Japón.
En
el este de Europa se consolidaron las fronteras
que Alemania había impuesto a Rusia en el Tratado
de Brest-Litowsk. Se pretendió con ello
establecer una especie de cordón sanitario de
estados anticomunistas (Finlandia,
Estonia, Letonia, Lituania) que impidiera la
propagación del bolchevismo ruso. Con ello los
rusos perdieron casi toda la costa del Báltico.
Polonia
se restableció
como estado a costa de los territorios desgajados
de Rusia, Alemania y Austria-Hungría.
El
Imperio Austro-Húngaro quedó
desmembrado en el Tratado de Saint-Germain
y perdió todos sus territorios
eslavos, de tal manera que el pequeño
país resultante solicitó su unión
con Alemania, siéndole denegada
la petición. Posteriormente, en 1938, Hitler
la consumaría (Anschluss). |
Tratado de Saint-Germain
|
A su costa se formaron los estados independientes de
Austria,
Yugoslavia,
Polonia
y
Checoslovaquia. A Italia hubo de cederle
parte del
Tirol,
Istria
y
Trieste, así como parte de
Dalmacia (en la actual Croacia).
A Yugoslavia, surgida como nuevo estado de la antigua
Serbia, hubo de entregarle
Bosnia-Herzegovina.
Hungría,
la otra parte de la monarquía dual del Imperio
Austríaco, se constituyó como estado independiente de Austria y hubo de entregar a Serbia Croacia
y Eslovenia, piezas importantes del
nuevo estado yugoslavo. A Checoslovaquia, nuevo país,
hubo de rendirle Eslovaquia y a Rumanía Transilvania.
Tratado de Sèvres |
El
Imperio Turco,
por el Tratado de Sèvres quedó
reducido territorialmente a la península
de Anatolia (Asia
Menor) y solo conservó en Europa
la ciudad de Estambul. Perdió la zona
de Irak, Palestina,
Líbano y Siria
que fueron convertidos en protectorados
bajo la administración del Reino Unido
o Francia. |
Perdió asimismo parte de
Tracia
y las
islas del Egeo que se transfirieron
a Grecia; El
Dodecaneso
(hoy griego) pasó a Italia;
Armenia, que se convirtió
en Estado.
La imposición de estas duras condiciones desencadenó
una revolución, que protagonizada por
Mustafá Kemal, depuso al sultán
y resolvió continuar la guerra con Grecia, a
la que venció. Por el Tratado de Lausana
(1923) Turquía recuperaba
algunos territorios perdidos en el Tratado de Sèvres.
La zona de Oriente Próximo
que hasta entonces había pertenecido al Imperio
Turco jugaría un papel relevante en la historia
del siglo XX. Los árabes, que
bajo dominio turco apoyaron a los aliados, habían
recibido de Gran Bretaña garantías de
que una vez finalizado el conflicto formarían
un estado unido. El fin de la guerra frustró
tal anhelo, pues esas zonas fueron repartidas en diversos
departamentos bajo influencia británica y francesa.
Por otra parte, el movimiento sionista
(nacionalismo judío) inició
su movilización para crear un Estado judío
en Palestina.
Rumanía,
que ya existía como estado, fue robustecida
territorialmente con el propósito de aislar a la Rusia soviética.
Serbia
incrementó su territorio mediante la creación
de un nuevo estado: Yugoslavia. Sin embargo, la nueva
entidad carecía de unidad cultural, lingüística
y religiosa, lo que en adelante le acarrearía
serios problemas políticos y étnicos,
hasta que desapareció en los años 90 del
siglo XX, no sin antes sufrir una cruenta guerra.
Bulgaria,
por el
Tratado de Neuilly, hubo de ceder
parte de
Tracia a Grecia y perdió
el acceso al mar Egeo.
La disolución
de ejército alemán