El británico C. J.
Sansom (Sussex, 1952), abogado con un doctorado
en Historia, había alcanzado en Reino Unido
un notable éxito con novelas sobre la dinastía
de los Tudor -El gallo negro y Fuego oscuro, publicadas
en Salamandra-, pero nunca pensó que Invierno
en Madrid (Ediciones B), que había escrito
arrastrado por su fascinación por la Guerra
Civil y la posguerra en España, se convertiría
en un superventas en su país. Segundo puesto
en la lista de ficción, 350.000 ejemplares
vendidos y excelentes críticas -le han
llegado a comparar con Graham Greene- avalan un
trepidante thriller de espías de más
de 600 páginas en el que Sansom no ha perdido
de vista el rigor histórico.
"Cuando en los setenta estudiaba en la Universidad
de Birmingham tuve como asignatura monográfica
la Guerra Civil y me interesó su dramatismo.
He visitado muchas veces España y desde
entonces tuve claro que era un periodo de la historia
del que quería escribir", cuenta en
conversación telefónica desde Reino
Unido. En Invierno en Madrid, Harry Brett, herido
en Dunkerque, es invitado por el servicio de espionaje
británico a viajar a Madrid y hacerse pasar
por traductor de la embajada. El objetivo, descubrir
los turbios negocios de un compañero de
colegio, Sandy, novio ahora de una vieja conocida,
antigua amante a su vez de un brigadista inglés.
Sansom tuvo claro que se atendría a la
realidad en lo posible -en el prólogo alerta
sobre unas leves licencias históricas que
convenían a la trama-, pero era consciente
de que su origen británico podría
levantar recelos. Así que optó por
que sus protagonistas fuesen británicos:
"Sabía que iba a ser complicado porque
es un tema controvertido. Mucha gente tiene familiares
que sufrieron en uno de los bandos. Así
que quise que los actores principales mirasen
el conflicto con el punto de vista de alguien
de fuera. Ésa es la estructura básica
de Invierno en Madrid y me facilitó las
cosas. Ahora sé mucho de lo que ocurrió".
Sansom visitó los lugares de los que habla
(Madrid, Aragón o Burgos), recogió
testimonios y, sobre todo, leyó mucho.
"Lamentablemente mi español no es
muy bueno y me he servido especialmente de bibliografía
británica. La biografía de Franco
escrita por Paul Preston es excelente para entender
el contexto internacional y las condiciones en
las que se vivía".
Los editores de Sansom no las tenían todas
consigo. Pensaban que el libro quizá no
funcionaría al tratarse de un drama ajeno.
Erraron en su pesimista vaticinio. "En Reino
Unido casi todo el mundo sabe qué ocurrió
en España y, sobre todo, la gente quiere
leer sobre la Segunda Guerra Mundial, y este libro
muestra un aspecto del conflicto -los intentos
nazis de involucrar a España en el frente-
muy poco conocidos", argumenta el autor.
Sansom se extraña de la "poca cantidad"
de novelas ambientadas en la Guerra Civil escritas
en España frente a multitud de "ensayos
estupendos" existentes. "Quizá
resulta más fácil centrarse en los
hechos en sí y no en las connotaciones
emocionales. Debe de ser complicado para un español
afrontar desde la ficción una historia
tan dramática y cercana". No esconde
que en su país persiste una visión
romántica de la República: "Nace
porque hubo muchos brigadistas británicos
que lucharon en el bando republicano. Además,
el ejército británico batallaba
contra el fascismo y el régimen de Franco
era visto como tal. Pero también se ha
criticado la postura de los comunistas, que sólo
contaban con el apoyo armado de Rusia".
Los esfuerzos de Sansom por ser imparcial son
evidentes. Aunque haya dedicado Invierno en Madrid
a los niños republicanos de los orfanatos.
"Mi opinión sobre Franco ha empeorado
tras todo lo que he leído, pero tampoco
quería decantarme por los comunistas. Diría
que he intentado ser realista, no imparcial".
De la Ley de Memoria Histórica Sansom hace
un balance positivo: "Es hora de volver al
pasado para no olvidarlo y rectificar todo lo
malo que hizo el régimen franquista. La
democracia está muy consolidada y España
no se va a romper por esto. No habrá una
polarización política. O, al menos,
eso espero".
Acaba de terminar un libro ambientado en Inglaterra
y ahora pretende descansar. Con todo, le tienta
la Segunda Guerra Mundial y es posible que pronto
vuelva a centrarse en España. "Por
ahora me contento con que les guste".
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