En buena parte
de los artículos y libros que se escriben
en la actualidad sobre educación, el malestar
del profesorado ante el fracaso de la actual política
educativa es un lugar común.
En algunos comentarios anteriores he tratado,
discretamente, de llamar la atención
sobre este punto.
Parece que algunos contertulios desean aliviar
mi desconsuelo como si de un estado de ánimo
personal y pasajero se tratara: con una palmadita
en la espalda, como hacían antes los
señoritos con 'sus' jornaleros...
Pero el malestar del profesorado, Señor
Director, no es un estado de ánimo personal
ni, por lo visto, pasajero. Es uno de los más
graves problemas políticos que tiene
en estos momentos planteados este país
y, a tenor de los debates televisados, ni el
Gobierno ni la opisición han sabido extraer
todas sus consecuencias.
Pues bien, en el BOJA nº 42 de 29 de febrero
de 2008, aparece la Orden de 20 de febrero de
2008 por la que se regula el Programa de Calidad
y Mejora de los Rendimientos Escolares en los
Centros Docentes Públicos en Andalucía.
En líneas generales, (CONSULTAR LA ORDEN
) el programa de Calidad se propone mejorar
el rendimiento escolar en lo referente a abandono
escolar, absentismo, violencia difusa, bajos
índices de lectura, elevado número
de suspensos, etc. algunos de cuyos aspectos
ha puesto de relieve el Informe PISA.
Ya antes de Navidades, la Consejería
anunció, con gran despliegue de medios,
que los profesores recibirían unos "incentivos
económicos" a cambio de mejoras
en estos resultados.
Algunos sectores del Profesorado han interpretado
que el programa de Calidad es producto de una
lectura torticera de PISA, según la cual,
"los profesores son la causa de este retraso.
Si damos unos incentivos, los resultados mejorarán".
Una de las condiciones es que cada Centro debe
aprobar el Plan por mayoría de 2/3 para
su puesta en marcha. Hoy era el día del
Claustro donde se debía debatir y aprobar
el Plan.
El director, pertrechado de toda una panoplia
de instrumentos informáticos de última
generación, proyecta en una pantalla
un PPT elaborado por la Junta en el que se va
desgranando el Plan.
Tras unos 45 minutos de exposición se
abre un turno de debate. La mayoría de
los profesores guarda silencio. Sólo
algunos profesores expresan, con cierta rotundidad,
su oposición a este Plan. El debate es
breve y un punto agrio. Ya nos temíamos
que uno de los efectos del Plan podría
ser la de dividir aún más a unos
profesores ya muy divididos en maestros y profesores,
funcionarios e interinos, funcionarios con destino
definitivo y en expectativa, interinos con estabilidad
y sin estabilidad, sustitutos, sustitutos a
curso completo, por varios meses o por 15 días...
Se inicia la votación secreta y ¿cuál
es el resultado?
No se alcanzan los 2/3 necesarios para poner
en marcha el Plan en nuestro Centro.
Al salir del Claustro, nos encontramos con
compañeros de otros centros que también
han votado: en todos ellos, la votación
ha sido en contra.
Y todo esto a tan sólo 4 días
de las Elecciones Generales y de Andalucía...
Emilio Fuentes.
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