Aurora Luque, profesora de griego, poetisa
(premio Adonais, entre otros) y articulista
publicó hace unos días un ARTÍCULO
al que como mínimo se puede calificar
de poco piadoso con los profesores interinos.
Su artículo, titulado Oposiciones, está
basado en la carta de una lectora cuya hija
sacó "casi un 10" en las oposiciones
(Libres) y sin embargo no consiguió la
plaza. Ello le da pie para arremeter contra
los interinos -de Enseñanza Primaria
y Secundaria- y dedicarles lindezas como "enarbolan
sus derechos: el de haber llegado antes y tener
caliente el asiento"; "de ahí
luego el ínfimo nivel de lectura y las
escandalosas faltas de ortografía de
bastantes docentes" ; "el desprecio
hacia una preparación intelectual no
puede ser más bajo", etc.
Por alusiones -he sido profesor interino los
primeros años de mi carrera docente;
actualmente tengo una plaza en propiedad; en
su momento, he sido miembro de un Tribunal de
Oposiciones y, más recientemente, he
alcanzado el título de Doctor, lo que
confirmaría el desprecio hacia la preparación
intelectual de los interinos- le diré
lo siguiente a Aurora Luque:
1. La polémica sobre el acceso a la
función pública es anticuada y
gastada. Se inició en la prehistoria
de Internet (¿recordamos ya cómo
vivíamos sin la Red?). Llevo más
de 30 años oyendo los mismos argumentos
a favor y en contra de los interinos. Su artículo
no aporta ninguna novedad en el enfoque, a pesar
de que ahora vivimos en la 'Era Internet' y
ello podría haber motivado una aportación
sobre una nueva forma de acceso a la función
pública.
2. Comprendo, en líneas generales, tanto
los argumentos a favor del libre acceso a la
Función pública como los argumentos
para estabilizar a los interinos.
3. Me gustaría saber por qué
ataca usted a los interinos, la parte más
débil del sistema educativo. Seguramente
es para usted más fácil y rentable
ridiculizar su actividad que abordar una crítica
de otros escalones de la jerarquía educativa:
Inspección, Delegación, Consejería,
Ministerio de Educación, Ministerio de
Economía y Hacienda encargado de elaborar
los presupuestos generales del Estado destinados
a Educación, Comisión europea,
etc.
4. Me gustaría saber qué materiales
actualizados ha reunido usted sobre la realidad
social de los interinos para elaborar su artículo:
no me refiero sólo a cuántos interinos
hay en la actualidad y al porcentaje de ellos
en el conjunto del sistema; me refiero también
a su labor: ¿desempeñan sus tareas
en igualdad de condiciones con el resto del
profesorado? ¿reciben igual salario?
¿disfrutan los mismos derechos? ¿cobran
los mismos complementos?
5. ¿Está interesada la Administración
educativa a poner fin al problema de los interinos
o prefiere mantener y ampliar una 'bolsa' de
interinos porque le resulta más barato?
¿Está interesada la Administración
en mantener unidos a sus trabajadores en estos
tiempos difíciles? ¿resulta más
cómodo establecer rencillas entre funcionarios
definitivos, funcionarios en expectativa, Interinos
con estabilidad, Interinos sin estabilidad,
Interinos para sustituciones de 15 o 20 días,
opositores con un ejercicio aprobado, etc?
6. Seguramente está usted de acuerdo
con la implementación de políticas
para alcanzar en un futuro próximo la
paridad de hombres y mujeres en las listas electorales,
en los cargos públicos, en la dirección
de empresas, etc. Sin embargo, muestra usted
su oposición a las políticas de
estabilidad de un colectivo buena parte del
cual lleva 15 o 20 años dando tumbos
por toda Andalucía: ¿por qué?
Conclusión: No se meta en camisa de
once varas. Continúe con su poesía,
con sus clases de griego, incluso con sus artículos;
pero por favor, contraste su información,
hable con ellos y muestre un mínimo de
piedad hacia un colectivo al que desprecia tanto
como ignora.
Emilio Fuentes.
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