“Mediante la Revolución de Octubre la
clase trabajadora había esperado lograr su emancipación.
Pero el resultado ha sido una mayor esclavización
de los seres humanos. El poder de la monarquía,
con su policía y su gendarmería, ha pasado
a manos de los usurpadores comunistas, que han dado
al pueblo no la libertad sino el constante temor de
ser torturados en la Checa (...).
A través del control estatal de los sindicatos
han encadenado a los trabajadores a sus máquinas.
(...) A las protestas de los campesinos, expresadas
en alzamientos espontáneos, y a las de los obreros,
cuyas condiciones de vida les han empujado a la huelga,
han respondido con ejecuciones en masa y un derramamiento
de sangre que excede incluso al de los generales zaristas.
La Rusia de los trabajadores, la primera que levantó
la roja bandera de la liberación, está
empapada en sangre.”
Declaración de los marineros sublevados
de Kronstadt. 8 de marzo de 1921.