La máquina de vapor
fue el primer dispositivo mediante el cual
se pudo transformar el calor en energía
mecánica con resultados satisfactorios.
La energía procedente de la combustión
del carbón, del petróleo,
o de otro combustible, transmitida al agua
contenida en una caldera puede producir
vapor a alta presión, cuya energía
se transforma parcialmente en energía
mecánica y es capaz de accionar una
máquina o un generador eléctrico.