Eric Hobsbawm
“La Revolución industrial inglesa fue
precedida, por lo menos, por doscientos años
de constante desarrollo económico (...).
Las principales condiciones previas para la industrialización
ya estaban presentes en la Inglaterra del siglo XVIII
o bien podían lograrse con facilidad (...).
Hacia 1750 es dudoso que se pudiera hablar con propiedad
de un campesino propietario de la tierra en extensas
zonas de Inglaterra y es cierto que ya no se podía
hablar de agricultura de subsistencia (...). El país
había acumulado y estaba acumulando un excedente
lo bastante amplio como para permitir la necesaria inversión
en un equipo no muy costoso, antes de los ferrocarriles,
para la transformación económica. Buena
parte de este excedente se concentraba en manos de quienes
deseaban invertir en el progreso económico (...).
Además Inglaterra poseía un extenso sector
manufacturero altamente desarrollado y un aparato comercial
todavía más desarrollado (...).
El transporte y las comunicaciones eran relativamente
fáciles y baratos, ya que ningún punto
del país dista mucho más de los 100 km.
del mar, y aún menos de algunos canales navegables
(...).
Esto no quiere decir que no surgieran obstáculos
en el camino de la industrialización británica,
sino sólo que fueron fáciles de superar
a causa de que ya existían las condicione sociales
y económicas fundamentales, porque el tipo de
industrialización del siglo XVIII era comparativamente
barato y sencillo, y porque el país era lo suficientemente
rico y floreciente para que le afectaran ineficiencias
que podían haber dado al traste con economías
menos dispuestas.”
E. Hobsbawm. Industria e Imperio.