Marx y Engels
La existencia y la dominación
de la clase burguesa tienen por condición esencial
la concentración de la riqueza en manos de unos
cuantos individuos, la formación e incremento constante
del capital; y este, a su vez, no puede existir sin el
trabajo asalariado. El trabajo asalariado descansa exclusivamente
sobre la competencia de los obreros entre sí. Los
progresos de la industria, cuyo agente involuntario y
pasivo es la burguesía, imponen, en vez de aislamiento
de los obreros por la competencia, su unión revolucionaria
por la organización. Y así, al desarrollarse
la gran industria, la burguesía ve tambalearse
bajo sus pies las bases sobre las que produce y se apropia
de lo producido. Produce, ante todo, a sus propios enterradores.
Su caída y el triunfo del proletariado son igualmente
inevitables.
Marx y Engels. Manifiesto Comunista. 1848.
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