"Cada mejora de los
métodos de producción, cada concentración
de la propiedad (...), parece reforzar la tendencia a
la expansión imperialista. En la medida en que
una nación tras otra entran en la era de las maquinarias
y adoptan los métodos industriales más avanzados,
es más difícil para sus empresarios, comerciantes
y financieros colocar sus reservas económicas,
y progresivamente se ven tentados a aprovechar sus gobiernos
para conquistar con fines particulares países lejanos
y subdesarrollados a través de la anexión
y del protectorado (...).
Este estado de la cuestión
en la economía es la raíz del imperialismo.
Si los consumidores de este país pudieran elevar
tanto su nivel de consumo que fueran capaces de avanzar
a la por que las fuerzas de producción, no habría
ningún excedente de mercancías y capital
capaz de exigir del imperialismo el descubrimiento de
nuevos mercados (...).
El imperialismo es el
esfuerzo de los grandes dueños de la industria
paro facilitar la salida de su excedente de riqueza, buscando
vender o colocar en el extranjero las mercancías
o los capitales que el mercado interior no puede absorber.
No es el crecimiento industrial
el que anhela la apertura de nuevos mercados y de nuevas
regiones parca invertir, sino la deficiente distribución
del poder adquisitivo la que impide la absorción
de mercancías y capital dentro del país.
El imperialismo es el
fruto de esa falso política económica, y
el remedio es la reforma social."
John Hobson. El
imperialismo. 1902.
* J. Hobson: economista
británico.
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