“Después de bregar arduamente
por abrir el mercado chino, las principales importaciones
chinas para el consumo masivo resultaron ser una droga
-el opio- y un combustible, el queroseno.
El opio, tras ser elaborado [en la India], se vendía
en subasta pública bajo el patrocinio oficial británico
en la India y era posteriormente transportado a China
por comerciantes privados británicos e indios autorizados
por la Compañía de las Indias Orientales,
que aún gobernaba la India. Las ventas de opio
en Cantón pagaban los envíos de té
(chino) a Londres en un próspero comercio triangular
entre India, China y Gran Bretaña.”
John K. Fairbank. China, una nueva historia.
1996.
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