"El negro salvaje
y bárbaro es capaz de todas las estupideces y desgraciadamente,
Dios sabe el porqué, parece estar condenado en
su país de origen a la salvajería y a la
barbarie para siempre. Con tres semanas de trabajo tiene
para garantizar su provisión de arroz, maíz,
etc. Si trabajara seis meses, haría de su patria
un paraíso. Pero cualquier idea de progreso y de
moral no le permite darse cuenta del valor incalculable,
del infinito poder del trabajo y sus leyes son sus pasiones
brutales, sus apetencias feroces, los caprichos de su
imaginación perturbada. El indígena vive
al día, a la aventura, indiferente al mañana.
Su gusto poco delicado le permite adaptarse a los que
le ofrece el azar."
A. Dubarry. Viaje
a Dahomey. 1879.
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