“Él (Mussolini) es nombrado y revocado
por el rey ante el cual es responsable de la orientación
de la política general del gobierno; es la encarnación
suprema del poder ejecutivo; elige a sus ministros que
son responsables ante el rey, pero también ante
él; él decide el número de ministerios
y puede asumir personalmente varias carteras ministeriales;
forma parte del Consejo de tutela de los miembros de la
familia real y ejerce las funciones de chambelán
de la Corona; las Cámaras no pueden abordar ninguna
cuestión sin su consentimiento previo; transcurrido
un plazo de tres meses, tiene el derecho a volver a presentar
un proyecto de ley previamente rechazado por una de las
dos Cámaras; del mismo modo puede tramitar y someter
a votación de una de las dos Cámaras una
proposición de ley rechazada por la otra Cámara
(...). Quienquiera que atente contra la vida, la integridad
física o la libertad del jefe del gobierno será
merecedor de una reclusión cuya duración
no será inferior a quince años, y en caso
de un atentado fatal, se le castigará con la pena
de muerte. Quienquiera que ofenda con actos o palabras
al jefe del gobierno será castigado con una pena
de reclusión de seis a treinta meses.”
Ley del 24 de diciembre de 1925.
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