"Al principio votamos por el partido populista
(conservador); pero los conservadores no podían
gobernar el país: eran demasiado débiles.
En esta lucha implacable por el pan y el poder, teníamos
necesidad de ser guiados por una mano vigorosa y firme.
La de Hitler lo era. Tras los años ranscurridos
bajo su mando, nos sentíamos mucho más
satisfechos.
Queríamos un sistema que funcionase bien y que
nos proporcionase los medios para trabajar tranquilamente."
A. Krupp. Declaración en el Proceso
de Nuremberg. 1948.