“¿En qué consiste el fenómeno
totalitario? Este fenómeno, como todos los fenómenos
sociales, se presta a múltiples definiciones,
según el aspecto que el observador retenga. Creo
que los cinco elementos principales son los siguientes:
1º El fenómeno totalitario consiste en un
régimen que otorga a un partido el monopolio
de la actividad política.
2º El partido que monopoliza la actividad pública
está armado de una ideología que le confiere
una autoridad absoluta y que, en consecuencia, se transforma
en la verdad oficial del Estado.
3º Para difundir esta verdad oficial, el Estado
se reserva para sí un doble monopolio, el monopolio
de la fuerza y el de los medios de persuasión.
El conjunto de los medios de comunicación, radio,
televisión, prensa, está dirigido, dominado,
por el Estado y los que lo representan.
4º La mayor parte de las actividades económicas
y profesionales están sometidas al Estado (...).
5º Estando toda actividad dominada por el Estado
y sometida a la ideología, cualquier fallo cometido
en una actividad económica o profesional es simultáneamente
un error ideológico (...).
Se puede considerar como esencial, en la definición
del totalitarismo, bien el monopolio de un partido,
bien la estatalización de la vida económica
o bien el terror ideológico. El fenómeno
es perfecto cuando todos esos elementos se juntan y
se cumplen plenamente.”
Raymon Aron. Democracia y totalitarismo. 1965.