John Seteinbeck (1902-1968)
“El trabajo del hombre y de la
naturaleza, el producto de las cepas y de los árboles,
debe ser destruido para que se mantenga el curso de
los precios, lo que significa una abominación
que sobrepasa cualquier otra. Hay cargamentos de naranjas
arrojadas por todas partes, la gente viene desde lejos
para cogerlos, pero no lo consiguen (...), porque se
envía a hombres encargados de rociar con petróleo
los montones de naranjas (...). Y los niños atacados
por la pelagra mueren porque cada naranja debe rendir
un beneficio. Y como causa del fallecimiento se describe
en el registro: muerte por subnutrición. Y todo
esto porque los alimentos se pudren, porque se les fuerza
a que se pudran. En el alma de la gente engordan y maduran
las uvas de la ira anunciando próximas vendimias”.
John Steinbeck. Las uvas de
la ira, 1939.