“El crecimiento de la población
europea provocó la puesta en cultivo de nuevas
tierras, por ejemplo, en Rusia, y el desarrollo de la
emigración hacia América, el vagabundeo
en el campo y el comienzo del éxodo rural hacia
las ciudades. Este excedente de fuerza de trabajo se emplea
en las manufacturas tradicionales, en espera del desarrollo
de nuevas formas de producción industrial, que
en adelante serán posibles y necesarias a un tiempo
(...)
Finalmente, habría que señalar que el nuevo
régimen demográfico da a Europa una mayor
proporción de hombres jóvenes cuyo dinamismo
y audacia habría quizá que relacionar con
las múltiples innovaciones del siglo.
Benassar, Jacquart, Lebrun, Denis
y Blayau. Historia moderna.
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