Jaume Vicens Vives
“Entre las clases privilegiadas
y las que ocupan los últimos lugares de la jerarquía
social, la burguesía del siglo XVIII se afianza
como la plataforma en la que va a gravitar próximamente
el peso total de las manifestaciones políticas,
económicas y culturales de la Humanidad. En el
transcurso de las centurias precedentes, la burguesía
nacional se había hecho cargo de la dirección
del capitalismo comercial y financiero, a la vez que se
infiltraba en la agricultura y en la administración
del Estado. Esta gran burguesía llega al Dieciocho
ennoblecida, formando parte de las clases aristocráticas
del país. Pero la masa burguesa, la que en conjunto
se apropió del nombre del Tercer Estado, abre las
puertas del siglo con un nuevo ímpetu, fuerza e
ideología. Entre esa burguesía no privilegiada,
alta y baja, negociantes, industriales, hombres de leyes,
patriciado urbano, se difunden las nuevas concepciones
ideológicas, racionalistas y críticas, que
postulan una transformación política y social.
Porque la burguesía, de espíritu emprendedor
e innovadora, conociéndose como elemento vital
de la sociedad de su siglo, pretende quebrantar las prescripciones
y privilegios que le vedan el acceso a los cargos públicos
y al ejército y la colocan en posición desventajosa
frente a las clases sociales aristocráticas.”
J. Vicens Vives. Historia general
moderna.
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