Turgot
“El terrateniente, al hacer contrato con el cultivador,
le paga lo menos posible, fija los salarios del jornalero,
que no tiene más que vender su trabajo, y prefiere
al que lo hace más barato, ya que puede elegir
entre gran número de trabajadores. Por la competencia
que uno hace al otro, éstos se ven obligados
a bajar el precio.
En cualquier clase de trabajo no puede dejar de suceder,
y, de hecho así ocurre que los salarios del trabajador
tengan como límite lo que les es indispensable
par procurarse su subsistencia.”