Federico II de Prusia
Es preciso que un gobierno bien dirigido
tenga un sistema tal que todas las medidas tomadas sean
bien tomadas y que las finanzas, la política
y la milicia concurran a un mismo objetivo, que es el
robustecimiento del Estado y el acrecentamiento de su
poder. Ya que un sistema no puede emanar más
que de una cabeza, la voluptuosidad o la imbecilidad
son las causas que impiden a los príncipes trabajar
en el noble empleo de logra la felicidad de sus súbditos.”