“Viernes, 25 de febrero. El ejército
de 250.000 a 300.000 hombres bajo el mando del comandante
Kronprinz se precipita sobre nuestras trincheras que
defienden Verdún. Hasta ahora no aparecemos.
Hay que soportar el golpe sin decaer. Nues tras tropas
han cedido terreno bajo la avalancha de hierro de la
gran artillería y bajo la impetuosidad del ataque.
Los comunicados de Berlín, muy tranquilos, dicen
que las líneas francesas han sido destruidas
sobre un frente de 10 Km, sobre una profundidad de 3
Km.
Las pérdidas son inmensas en ambos lados. Nosotros
habíamos perdido 3.000 prisioneros y una gran
cantidad de material Nuestros comunicados, muy sobrios,
indican que hemos debido ocupar las posiciones de repliegue,
pero que nuestro frente no había sido hundido.
Miércoles, 29 de marzo. La batalla de Verdún,
la más larga y la más espantosa de la
historia universal, continúa. Los alemanes, con
una tenacidad inaudita, con una violencia sin igual,
atacan nuestras líneas que machacan y roen (...).
Nuestros heroicos poilus están bien a pesar del
diluvio de acero, de líquidos inflamables y de
gases asfixiantes (...)”
Doctor Morcel Posot, Mi diario
de guerra, 1914-1918.