“Un error fundamental (durante
la I Guerra Mundial) fue el de mostrar al adversario
a la luz del ridículo, forma de propaganda a
la que se consagraron con ahínco las revistas
humorísticas de Austria y Alemania; y fue errónea
porque cuando daba realmente en el blanco servía
para que nuestros hombres se formasen una impresión
completamente equivocada del enemigo; porque el soldado
alemán bajo la impresión directa de la
capacidad de resistencia del adversario, comprobaba
que había sido engañado hasta aquel momento."
J.A.C. Brown. Técnicas
de persecución. De la propaganda al lavado de
cerebro.